Esta entrada está basada en elucubraciones
personales fruto de la lectura de algunos documentos, así como de los vestigios
hallados en nuestras salidas por el término municipal.
Entre los principales
documentos que he consultado, se encuentran los trabajos de investigación de D.
Angel Delgado Delgado, “Los Pedroches y el Despoblado Medieval de Cuzna”, “Los
Municipios Flavios de la Bética” de Ana María Morales Rodriguez y, por último,
los trabajos de investigación de D. Emilio Cabrera Muñoz.
Según la excelente tesis de Ana
María Morales en “Los Municipios Flavios de la Bética”:
“tan
solo poseemos una referencia sobre Baedro y ésta procede de la narración
pliniana, quien la incluye entre los oppida del conventus Cordubensis.
El conjunto
epigráfico que se le adscribe está constituído por 35 inscripciones, que proceden de distintas zonas del territorio
municipial; concretamente, 6 de Belalcázar, 3 de Hinojosa del Duque, 4 de El
Viso, 1 de Villanueva del Duque, 4 de la Ermita de Nuestra Señora de Gracia de
las Alcantarillas, y otras de Finca Cercada de la Torre, El Chaparral, Huerta
de Cachiporro, Cerro Mocho, Castillo de Alcantarilla, Dehesa de las
Alcantarillas, Pago de la Torre Tejada, Marimiguel, El Tesoro, Pago de las viñas de San Nicolás, Cerro del Cuete, Correales, El Jardoso y Pedroche.
A este respecto, aclarar que
las cuatro de la Ermita de la Alcantarilla, la del cercado de la Torre
(conocida como Pozo La Torre), El Chaparral, Huerta de Cachiporro, Cerro Mocho,
Castillo de Alcantarilla, Dehesa de la Alcantarilla, Torre Tejada, Marimiguel,
El Tesoro, San Nicolás y Pedroche son también fincas del término municipal de
Belalcázar. Por lo que en total en este documento se enumeran 21 las inscripciones epigráficas
encontradas en nuestro término.
El documento continúa:
“Como
recursos específicos del territorio señala la minería, explotada desde época
prehistórica hasta la actualidad. Las prospecciones realizadas en la zona han
constatado en toda la comarca signos de minería antigua (pozos, fundiciones,
herramientas -picos, martillos, zapas, cuñas, etc.-), que se adscriben tanto al
ager Soliensis como al Baedronensis.
La ciudad se ubica en la vía Corduba-Emerita
(1), en una posición estratégica
para la salida de los productos mineros.
Entre los
recursos mineros debemos referirnos a la explotación de cobre, aunque domina el
plomo y la plata en los esquistos. Entre las minas de cobre debemos citar Los
Pobos, Cantos Blancos, Motilla, Torril de Medioduro, Berrocoso, Requeja, Fontanar, Canadá, Peña del
Cuervo, La Encinilla, Quinto del Huerto, Hato del Pozo de la Torre, etc.; y entre las
minas de plomo argentífero destacan Perecedero, Chaparro Barrenado, La Atalaya,
Solana de Belalcázar, Fuente del Charco, etc.
Además de las minas de Cantos
Blancos, Medioduro, Berrocoso, Peña del Cuervo, La encinilla, Quinto del
Huerto, Hato del Pozo de la Torre, La Atalaya, La Solana y Fuente del Charco,
reflejadas en el documento y que están en nuestro término municipal, hay que
señalar la existencia de otras muchas que se encuentran numeradas en la entrada
de este blog, bajo la etiqueta “MINAS-CANTERAS”.
A partir de
las inscripciones funerarias podemos constatar los individuos fallecidos; sin embargo,
desconocemos dónde se situó la
necrópolis de la ciudad; (2)
sólo constatamos que algunos fueron inhumados en el cementerio local, como G.
Papirius Niger y G. Papirius Nigrinus que fueron honrados por el ordo
Baedronensis; otros, en cambio, fueron enterrados en los fundi del ager
municipalis como [Ae]mili[us], Vrbanus, etc.
El oppidum
de Baedro fue promocionado a municipium iuris latini en época flavia; varios elementos
corroboran este hecho, la mención del ordo Baedronensis en C.I.L. II2/7, p.
192, nº 7, 845 es uno de ellos; a ello se suma la referencia de la tribu
Quirina 881.
Se
documentan los siguientes órganos administrativos: el primero El ager
Mirobrigensis fue colindante en su parte septentrional con el territorium de
Lacimurga, al sur con los agri de Baedro y Solia, al este con Sisapo y al oeste
con Artigi. Diversas inscripciones nos constatan del espacio destinado dentro
de los asentamientos rurales a usos de tipo funerario.
El territorio del municipium Baedronense
limita al norte con Artigi y Mirobriga, al sur con Mellaria y Corduba, al este
con Solia y al oeste con Artigi e Iulipa. (3)
El probable
territorium de la ciudad, según la propuesta de C.I.L. II2/7, englobaría las
localidades actuales de Belalcázar, Hinojosa del Duque, El Viso, Villaralto,
Villanueva del Duque y Alcaracejos.
Debido a
esta dispersión del material epigráfico, por el momento, se ignora su centro
urbano.
No obstante,
la constatación del topónimo en diversos puntos del norte y oeste de la comarca
de Los Pedroches permite la delimitación del territorio del municipium. Éste está formado por el de las localidades
actuales de Belalcázar, Hinojosa del
Duque, El Viso y Villanueva del Duque.”
Por otra parte y según se
recoge en “Los Pedroches y Despoblado Medieval de Cuzna”:
“durante el
siglo XII y comienzos del XIII, Britrawsh/Baedro sufre una despoblación
absoluta, siendo abandonado, llegando, según algunas fuentes, a ser totalmente demolido”. (4)
En tercer lugar, según los
datos que nos facilita Al-Idrisí, reputado
geógrafo que durante un tiempo residió en Córdoba, podemos afirmar que la Solia y la Baedro romanas se
corresponden con la Gafiq y la Bitrawsh árabes respectivamente. (5)
“Efectivamente,
además de Gafiq, Fahs al-Ballut conoció la existencia de otros núcleos de
población fortificados, entre ellos Bitrawsh, citado por Al-Idrisí, entre los
Husun más importantes de la comarca y nos narra que desde Córdoba hasta Bitrawsh, por el camino de Córdoba a Toledo, hay 40 millas y desde Bitrawsh a Gafiq hay
7 millas.”
Las limitaciones de las fuentes
que nos han llegado son evidentes y del todo insuficientes para fijar con
seguridad la ubicación del núcleo urbano de este municipio.
Al margen de estas
afirmaciones, los estudiosos del tema han propuesto diversas localizaciones
como Belalcázar, El Viso, Alcaracejos, ermita de Sto. Domingo en Hinojosa del
Duque, Villanueva del Duque o Pedroche, sin embargo ninguno da un testimonio concluyente
que ayude a ubicar cual fue la urbs Baedronensis.
Por lo que voy a tratar de
documentar los principales datos que nos ofrece los Municipios Flavios para
poder fijar de estar forma su posible ubicación.
(4)
En
mi opinión la ubicación en el pueblo de Pedroche no tiene ninguna base, pues
este pueblo nunca llegó a despoblarse y menos a ser demolido y a lo máximo
podemos admitir que se ubique en el mismo por situarla en la dehesa de
Pedroches que era de su propiedad, como más adelante expongo.
Como se puede constatar en este
documento se habla de “Los Pedroches” como territorio, no como municipio,
habiendo en la zona topónimos que pueden dar lugar a confusión.
Este es el caso de la dehesa de Pedroche que fue propiedad
del pueblo del mismo nombre.
Según Casas Deza:
“en la ermita
de Santo Domingo era donde se reunían los Concejos del Estado de Belalcázar
(Belalcázar, Hinojosa, Villanueva de Duque). Otras veces, si el tema a tratar
lo requería, había representantes de la
villa de Pedroche, villa que, durante años, compartió con las anteriores la
llamada, dehesa de Pedroche”.
En el mismo sentido, Emilio
Cabrera Muñoz en su trabajo “UNA MESTA LOCAL EN TIERRAS DE SEÑORÍO: EL EJEMPLO
DE BELALCÁZAR E HINOJOSA”, pg. 207 afirma:
“una y otra
villa tenían términos comunes y sobre ellos descansaba la puesta en práctica de
los principios contenidos en las ordenanzas. Se trata de una costumbre
ancestral, practicada sistemáticamente por Belalcázar e Hinojosa desde mediados
del siglo xv, coincidiendo con su señorialización, pero que tiene precedentes
más antiguos que remontan, cuando menos, al primer cuarto de ese siglo, en que ambas villas, juntamente con la de Pedroche,
compartían los pastos de una dehesa que desde entonces tomó el nombre de esta
última población, cuyos representantes, juntamente con los de Hinojosa y
Belalcázar (entonces llamado Gahete), se reunían anualmente en la ermita de
Santo Domingo para distribuirse el aprovechamiento de los pastos.”
Esta dehesa, por estar muy
alejada de la villa de Pedroche, quedó sólo para las del Condado de Belalcázar
después de mutuo acuerdo de compensaciones a la de Pedroche. Cuando, más
adelante, se hizo la segregación de términos municipales entre Hinojosa y Belalcázar,
la dehesa quedó comprendida dentro del término de Belalcázar.
La división y amojonamiento de dichos
términos municipales, se hizo en virtud de concordia celebrada entre estas
villas en la ermita de Santo Domingo, el 21 de diciembre de 1559, (Casas Deza,
Corografía, pág. 115), pero no se llevó a efecto hasta muchos años después.
La denominada “Dehesa de
Pedroche” –aunque actualmente es más bien conocida como el paraje o polígono de
Pedroche-, está regada por el arroyo del Fresno; en su interior quedaban la
mina, fuente y casa de la Ventilla, Ventilla donde paraban los frailes
franciscanos cuando iban de camino entre los conventos de San Diego de Hinojosa
y San Alberto de El Viso. Sus límites aproximados son: camino de Santa Clara,
dehesa de Cubillana, río Guadamatilla, dehesa de la Cogolla y vía pecuaria de
la Colada.
Pablo Torres Márquez en “Transformaciones
Agrarias y Desamortización en Los Pedroches durante el siglo XIX”, (página 140)
afirma que la dehesa de Pedroche de Belalcázar, de 2.000 Has, pasó a la clase
de enajenable en 1896. En la actualidad está repartida entre varios
propietarios.
(1)
Otra
de las tesis contenidas en “Municipios Flavios” es que Baedro estaba situada en
la vía
Corduba-Emerita.
Esta tesis es compartida por
nuestro paisano Ángel Delgado en su trabajo
“La Beturia de los Túrdulos”, en el que sostiene que la ciudad romana de
Solia se hallaba situada en el lugar que hoy ocupa el castillo de nuestro
pueblo. En dicho trabajo, Delgado se esforzó por trazar las dos calzadas que
atravesaban la Beturia de los Túrdulos, a saber: la calzada número 11, que
discurría de Córdoba a Mérida, y la número 29 del Itinerario de Antonino, que
él mismo descubrió y que discurría de forma transversal de Mérida a Zaragoza,
pasando por la Oretania.
En este exhaustivo trabajo, al
que no se le ha dado su debida importancia, Delgado especifica kilómetro a kilómetro
ambos trayectos de primera mano, ya que él mismo los recorrió y, a medida que
lo hacía, fue fijando la correspondencia entre las actuales ciudades y las
antiguas, por las que se sabe que estos discurrían y de las que hasta ese
momento se desconocía su ubicación.
De esta manera, estableció las
siguientes correspondencias:
Artigi-Castuera
Mellaria-Fuente Ovejuna
Miróbriga-El Guijo
Solia-Belalcázar
Baedro- ¿ ?
Arsa-Azuaga
Sisapón-Bienvenida
Iulipa-Zalamea.
Conectando dicha calzada nº 29 las ciudades de Córdoba y
Mérida, con todas las minas de las poblaciones, antes expuesta, de nuestra zona
y las de la zona de Almadén, convirtiéndose en la vía principal de salida de los productos mineros.
(5)
Dicha
calzada pasa por Belalcázar (Solia) y
por la dehesa de Pedroche que dista de ésta aproximadamente 7 millas como
nos indica Al-Idrisí que afirma que la Solia
y la Baedro romanas se corresponden con la Gafiq y la Bitrawsh árabes
respectivamente.
Efectivamente la ciudad de Belalcázar fue conocida en época musulmana
por el nombre de Gafiq, tal como evidenció en su día Félix Hernández y
entre los siglos XIII y XV, como Gahet o Gahete. Se trata, al perecer, de un
poblado árabe, fundado por la tribu homónima, cuyo origen debe buscarse en los
primeros años de presencia islámica en la Península.
Su emplazamiento en el eje de
importantes vías de comunicación, como el camino de Córdoba a Toledo, determinó
que Gafiq se mantuviese como una de las localidades más importantes de
al-Andalus y desde luego la principal, junto con Bitraw, del Fahs al Ballut.
Así lo afirman al Istakhri y al Qalqasandi, señalando además que su distrito
comprendía una extensa comarca. Su castillo se contaba, igualmente, entre los
más fuertes de la zona. Idrisí destaca, en su Geografía, la bravura y
combatividad de sus habitantes y la seguridad que su fortaleza les
proporcionaba y, en efecto sabemos que en 1.226 cuando los habitantes de
Capilla rindieron la fortaleza (castrum Capellae), Fernando III, manteniendo su
palabra, como había prometido, a sus enemigos los moros con sus mujeres y sus
hijos, con todo lo que podían llevarse (bienes muebles), los condujo salvos
(salvos deduci fecit) (o hizo que los condujeran protegidos) hasta el castillo
de Gahet. (puedes ampliar esta
información en la entrada “HISTORIA”.
(2)
La
siguiente afirmación es “no se conoce la
ubicación de la necrópolis de la ciudad.” A este respecto hay que señalar
que, según testimonio de algún trabajador, de los que construyeron el pantano
de Dª Rosa Montero ubicado en la dehesa de Pedroche, en el mismo aparecieron más
de 7 tumbas romanas que fueron tapadas y quedaron bajo las aguas del mismo, por
lo que no se pudo determinar la extensión del cementerio. Todavía se pueden ver
en los alrededores algunas tapas de granito. A mayor abundamiento, junto al
mismo hay un pequeño promontorio donde se puede ver en la actualidad algún
sillar, en el que hay constancia que se han encontrado numerosos exvotos
romanos de bronce. A poca distancia se encuentra la fuente de la Ventilla, en
cuyas inmediaciones hay restos de tégula, sigillata, pizarra, monedas…
esparcidos por una gran extensión, más de tres fanegas de terreno.
A estos datos hay que añadir,
como queda expuesto más arriba, que en nuestro término se han encontrado más de
21 inscripciones epigráficas y tengo
constancia de que alguna otra, que figura haber aparecido en otro término
municipal, en realidad ha sido trasladada desde el nuestro.
Estas
dos estelas que figuran encontradas en Hinojosa y el Viso, respectivamente, se
localizaron en la zona de Pedroches.
(3)
Para
terminar, con su posible localización, tan solo nos queda ubicar la fuente de la Ventilla y la dehesa de Pedroche en un mapa geográfico
con la situación, según mi opinión, de todas las ciudades antes descritas.
Como es obvio el mismo lo
confecciono teniendo en cuenta los datos aquí expuestos de los diferentes
documentos, por lo que llego a conclusiones diferentes a las dadas en algunos
de ellos.
En la solución que propongo
podemos comprobar que, además, cuadran las distancias dadas por Al-Idrisí, “desde
Córdoba hasta Bitrawsh, por el
camino de Córdoba a Toledo, hay 40
millas y desde Bitrawsh a Gafiq hay 7 millas.”
Por tanto, son todos los datos anteriormente
expuestos los que me llevan a la convicción de que la ciudad romana de Baedro
se puede encontrar en la finca de Pedroche, en las inmediaciones de la fuente de la Ventilla.
Extremo éste que, espero que algún día, los arqueólogos
nos puedan aclarar.
Como complemento y aportación
personal a la documentación de los datos facilitados en “Los Municipios
Flavios” <<Diversos
oppida señala Plinio (NH, III, 10) en esta zona de la Baeturia. Estos poblados
se localizan en las proximidades del rio Zújar en El Viso y el Cerro del
Castillejo en Belalcázar; se trata de varios recintos fortificados, donde la
investigación arqueológica ha documentado diversos zócalos de piedra, muros de
tapial y suelos>>, expongo
fotos de Cerro Castillejo en Belalcázar y Cerro Castillete en el término de
Santa Eufemia.
Cerro Castillejo
Cerro Castillete